Los locales de hostelería y restauración, oficinas o gimnasios, entre otros, son espacios dinámicos en los que la experiencia del cliente se ve moldeada por diferentes factores, entre ellos, el nivel de ruido. Es por ello que la insonorización se ha convertido en un elemento clave para garantizar la comodidad de quienes frecuentan este tipo de espacios, así como de los vecinos o negocios colindantes, y mejorar la calidad del ambiente.
En este post, te daremos las claves para insonorizar un local comercial de manera efectiva, comenzando por la normativa.
Normativa sobre insonorización de locales comerciales
Por norma general, para poder obtener la licencia de apertura de un negocio hay que cumplir con unos requisitos en cuanto a acústica. Por tanto, es fundamental conocer las regulaciones y normativas locales relacionadas con la insonorización de locales comerciales.
Existen normas específicas que establecen los límites de ruido permitidos para diferentes tipos de negocios. Estas normativas suelen regular el nivel de ruido tanto dentro del local como en sus alrededores, especialmente en áreas residenciales.
Las leyes sobre insonorización pueden incluir restricciones en horarios específicos, límites de decibelios permitidos durante determinadas horas del día y la obligación de implementar medidas para reducir la transmisión del sonido. Por ello, es importante consultar con profesionales especializados en acústica y legalidad comercial para que realicen una revisión exhaustiva de las normativas locales y garantizar así su cumplimiento.
La normativa general, común a todas las regiones, que se debe cumplir, es la siguiente:
- Zona sanitaria: en las proximidades de hospitales o centros de salud, no se permite superar los 40-50 decibelios entre las 8 de la mañana y las 22 de la noche. De 22 de la noche hasta las 8 de la mañana, el nivel máximo de ruido permitido se reduce a 35 decibelios.
- Zona residencial: los establecimientos o locales cercanos a viviendas residenciales deben mantener un límite de 60 decibelios entre las 8 y las 22. En horario nocturno, no se deben exceder los 40 decibelios.
- Zona industrial: generalmente el límite está en 75 decibelios, teniendo en cuenta que están más alejados de áreas donde el ruido podría causar más molestias.
Evaluación del entorno acústico
Antes de comenzar con cualquier proceso de acondicionamiento o insonorización, es fundamental realizar una evaluación del entorno acústico del local. Identificar las fuentes de ruido, como el tráfico externo o la actividad interna, es crucial para determinar qué áreas necesitan atención prioritaria y qué tipo de trabajos son necesarios.
Lo más recomendable es contar con una empresa especializada que realice este estudio y lleve a cabo las medidas oportunas para que tu local cumpla con la normativa pertinente.
Diferencias entre la insonorización y el acondicionamiento de un local comercial
Estos dos conceptos, aunque relacionados, abordan distintos aspectos del control del sonido.
Acondicionamiento acústico
El acondicionamiento acústico se centra en la manipulación consciente del sonido dentro de un espacio para lograr una calidad sonora óptima. Esto implica la incorporación de materiales absorbentes, difusores y reflectores acústicos estratégicamente ubicados para controlar la reverberación y mejorar la claridad del sonido.
El objetivo principal del acondicionamiento acústico es crear un ambiente sonoro agradable y equilibrado, ideal para entornos en los que la calidad de la comunicación es esencial.
Insonorización
La insonorización, por su parte, se enfoca en limitar la transmisión del sonido de un espacio a otro. Esto implica la aplicación de materiales aislantes y barreras físicas para prevenir que el ruido escape o se introduzca en determinadas áreas.
La insonorización es esencial en entornos donde se busca minimizar la interferencia de ruidos externos o internos, como en locales comerciales cercanos a zonas residenciales. Su propósito principal es crear barreras efectivas contra el sonido no deseado, ya sea en paredes, techos, suelos, ventanas o puertas.
En muchos casos, una estrategia completa para mejorar la acústica de un local puede requerir tanto acondicionamiento acústico como medidas de insonorización. Todo depende de la ubicación del establecimiento y del tipo de actividad que se realice en él.
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